Se adivina el invierno
en las mañanas frescas.
Los ángeles lloraron
toda la larga noche
y dejaron los coches
cansados, rezumantes.
La calle huele a frío,
a nuevo, a mil promesas.
Las torres de este cielo
apuntan
lo infinito.Sara Royo
Es un poema precioso. Enhorabuena.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, Amapola.
EliminarUn besico.
Se adivinan de nuevo mil promesas que no se cumplirán.
ResponderEliminarUn saludo.
Cómo sabes q no se cumplirán? Alguna, seguro q sí. Para eso son las promesas.
EliminarUn besico y gracias por venir.
Si y por aquí ya empieza a oler a humo de chimenea y castañas asadas, rico, rico... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Siiiiiiiiiiiiiiiii. Se adivina casi el invierno ya.
EliminarUn besico, Genin.