Esta es una tarde como cualquier otra.
Pero, no sé si por la magia de Silvio y de Aute, algo anda desbocado en la marea de la sangre.
O quizás sea la lluvia, la luz opaca del día que se termina en su tutú nublado y húmedo y se repliega hacia el vientre de la noche.
Al borde de la laguna, el tiempo se suspende un poco.
Todo es posible.
Aún, todo es posible.
Cualquiera sabe, el caso es disfrutar y ser felices en lo posible, todo vale, sin perjudicar a otros, por supuesto... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Besicos, Genin. Gracias por tu visita.
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