Tenía las ubres de criar lagartos secas Serafina junto a la ventana
-esperaba los barcos-, la casa a la oscura
era el estómago de un hipopótamo.
Tenía en las pestañas colgando de dos clavos dos
almanaques del año pasado.
Mecía entre los brazos un viento, muy rubio y muy rizado de crestas de ola.
-esperaba los barcos-, la casa a la oscura
era el estómago de un hipopótamo.
Tenía en las pestañas colgando de dos clavos dos
almanaques del año pasado.
Mecía entre los brazos un viento, muy rubio y muy rizado de crestas de ola.
Al canto del pájaro Serafina moría
aplastada por el peso de los átomos.
Se le escapaba el helio: “¿dónde estás...”.
Sangraba versos viejos: “...amor...”.
Se la comían los celos: “...mío”, y escupía al mar y a las gaviotas y gritaba
loca
de espuma y su nombre por la boca.
aplastada por el peso de los átomos.
Se le escapaba el helio: “¿dónde estás...”.
Sangraba versos viejos: “...amor...”.
Se la comían los celos: “...mío”, y escupía al mar y a las gaviotas y gritaba
loca
de espuma y su nombre por la boca.
Billy MacGregor
Muy rara la Serafina esa, no sabia que se les daba de mamar a los lagartos, por no repetir el resto, de cosas que dicen de ella... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Jajajajjjaaaa
EliminarYa sabes, los poetas y sus licencias...
Claro, que si es un mascaron de proa, medio se explica el texto...medio… :)
ResponderEliminarBesos y salud
Que me alegro de leerte otra vez.
EliminarBesicos.
El peso de los átomos me aplastó, no obstante me parece un muy buen poema.
ResponderEliminarGracias por traerlo y dar a conocer autores y poemas.
Besos.
Billy es un enorme poeta. Original, transgresor y lleno de ternura. Celebro q te guste.
EliminarUn besico, Amapola.
Otro poeta que no conocia, hermoso poema. Por cierto sigo sin que me lleguen al correo cada nueva entrada.
ResponderEliminarHace tanto tiempo q configure este blog, q no recuerdo como hice... A mi si me avisa hotmail de los comentarios. Espero des con ello.
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