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La noche en el Hospital es distinta. Se alargan las horas en la vigilia observadora del oxígeno.
Si está alterado, si se ha despistado y pide constantemente encender la luz, si pregunta tu nombre una y otra vez; tu nombre que se pierde por los senderos difusos de su razón.
A veces es él y de repente ya no está. Jamás pierde su educación exquisita, aunque se desespere por no poderse levantar y no comprenda muy bien por qué ha de estar allí. Yo miro por las rendijas de la persiana y espío el alba. Como si la luz del día pudiera disipar del todo la niebla de su cabeza.
Una vida entera que se diluye. La noche es diferente allí.
Muy triste, lo siento mucho, la posibilidad de que un dia pueda yo estar así, me tiene obsesionado :(
ResponderEliminarBesos y salud
Es triste. Pero ya iremos viendo. Obsesionarse es sufrir antes de tiempo y no sirve para nada. Nunca sabemos...
ResponderEliminarBesicos, gracias por venir.