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Ver amanecer desde la ventana. Observar como la noche se va desdibujando, tomando un color progresivamente blanquecino, mientras la luz, imparable, emerge con esa fuerza suave de los sueños o de las mareas.
El cielo, entonces, se llena de pájaros presurosos. Se recortan sobre el azul limpio, nuevo, recién estrenado.
Y el sábado comienza.
El sábado estaba sobando, pero si he visto y sentido esa poesía mas de una vez, si... :)
ResponderEliminarBesos y salud
El ciclo de los dias. De la vida.
EliminarBesicos, gracias por venir.