domingo, 2 de abril de 2017

Salimos del cole


Salimos del cole bajo el sol de la tarde de esta recién estrenada primavera.
No vamos directamente hacia la esquina de la entidad bancaria, infestada de feroces cocodrilos, como es habitual. Aunque ya sabemos que diciendo las palabras mágicas (fus fus cocodrilo, vete a casa) estamos a salvo de todo. No. Hoy vamos a explorar si ya han salido de sus casas, que se llaman hor-mi-gue-ros,  los bichejos fascinantes y apresurados.
Y sí, hay hormigas por el suelo. Pocas aún. Pero suficientes como para que ella se quede embobada mirándolas. Hacemos notar que hay grandes y pequeñas, muy rápidas y más lentas. Les echa miguitas de su croissant y algunas las atrapan en su boca y siguen corriendo hacia la despensa. Mira yaya, me dice, estas llevan fruta. 
Y fruta, o algo parecido, deben ser las bolitas verdes que hay por el suelo y que las hormigas recolectan.
Pude encontrar para ella un diente de león. Lo sopló con el viento en contra y su pelo, de trigo maduro, se llenó de livianos cristalitos de nieve de seda. 
Tantas estrellas en sus ojos cuando ríen. 
Ella me da la primavera.


4 comentarios:

  1. Las hormigas tan trabajadoras , ejemplo de esfuerzo y discipluna.
    Un abrazo.

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    1. Asi es. Y ahora son los bichos preferidos de ella...
      No me gusta ese Triste despues del Azzul. :(
      Besicos, gracias por venir.

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  2. Te lo da todo... :)
    Besos y salud

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